Periodistas nicaragüenses explican su trabajo y lucha en medio de una crisis sociopolítica


En un emotivo panel que en algunos momentos culminó en lágrimas tanto de oradores como de asistentes, periodistas de Nicaragua explicaron a colegas de Iberoamérica las condiciones en las que se hace periodismo en ese país en el marco del 12º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital que tuvo lugar el 14 de abril en la Universidad de Texas en Austin.

Cinthia Membreño (2019)
Cinthia Membreño, directora de estrategia digital,
Confidencial (Erika Rich/Knight Center)

El panel “Periodismo independiente en tiempos de crisis: Nicaragua” fue moderado por María Lilly Delgado, corresponsal Univisión, y contó con la presencia de Luis Galeano, director de Café con Voz; Álvaro Navarro, periodista principal del sitio Artículo 66; Cinthia Membreño, directora de estrategia digital de Confidencial y Sergio Marín, presentador de La Mesa Redonda.

Justo este 18 de abril, se cumple un año del inicio de las protestas masivas en Nicaragua que ha llevado a que se agudice la crisis de derechos humanos en el país. Según cifras compartidas por Delgado, la CIDH ha registrado la muerte de 325 personas en medio de la crisis, incluida la del periodista Ángel Gahona, quien murió mientras transmitía en vivo una protesta. La CIDH también ha registrado el exilio de cientos de personas, incluidos más de 60 periodistas.

Precisamente ha sido la prensa uno de los objetivos de fuerzas paramilitares o “turbas” como se les conoce en el país, según contó Navarro. El periodista habló de los diferentes ataques que han sufrido tanto reporteros como las sedes de los medios, y explicó que al principio la policía era un agente que aunque no ayudaba a la prensa, por lo menos tampoco la atacaba.

“En los últimos 12 meses actúan de manera conjunta”, dijo Navarro al referirse a la policía y a las fuerzas paramilitares.

Navarro habló de Miguel Mora y de Lucía Pineda, director y jefe de información del canal 100% Noticias, quienes permanecen detenidos hace casi cuatro meses. También habló de los ataques a las sedes de diferentes medios como Radio Darío y la revista Confidencial, ocupada ahora por fuerzas policiales.

Superando sus emociones, Navarro dijo que siguen trabajando en cuatro frentes: mejorar las alianzas, generar más unidad, seguir resistiendo y ser solidarios.

“Todos los colegas están intentando dar la batalla, algunos desde Costa Rica, otros en España y otros en Estados Unidos”, dijo Navarro. “Vamos a seguir resistiendo porque creemos que Nicaragua lo merece”.

Por su parte Galeano, quien trabajaba precisamente en el canal 100% Noticias, explicó cómo es trabajar en el exilio, y el dolor que representa para él ver ahora a sus colegas “con los que compartía todos los días” en prisión. Tras una narración de cómo se dieron las detenciones de Mora y Pineda, y de la que él se salvó sólo por “un milagro” aseguró que en Nicaragua los periodistas tienen tres opciones: la muerte, la cárcel o el exilio.

Desde Estados Unidos, donde se encuentra exiliado, Galeano continuó con su programa con el objetivo de superar un poco el “apagón informativo” con el que viven los ciudadanos de Nicaragua.

“Daniel Ortega y su esposa han demostrado que son capaces de cualquier cosa”, dijo Galeano quien intenta sacar risas de su nuevo lugar de trabajo en Estados Unidos: una emisora cristiana justo arriba de un sex shop.

Luis Galeano (2019)
Luis Galeano, director, Café Con Voz (Erika Rich/Knight Center)

“Uno tiene que reírse porque estamos dando la batalla. La vida no se equivoca – le dijo a Galeano un amigo cuando fue a la emisora -, el bien está arriba del mal”, finalizó entre risas.

Membreño, quien también estuvo como panelista en el Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ) finalizado el día anterior, contó lo que había identificado como lo bueno, malo y feo de toda esta situación. Ella, también exiliada, sigue trabajando para Confidencial, a cuya sede no pudo volver a entrar después de ser allanada por la policía.

Como malo y feo habló de la confiscación su sede y de sus materiales, así como de la represión que viven no solo sus colegas sino ciudadanos que protestan en contra del régimen.

Pero destacó lo bueno. Según dijo, su sitio, así como otros medios independientes se han fortalecido debido a que ella cree la gente ha empezado a entender la importancia de los medios para una democracia.

“Ante el bloqueo y la represión somos lo único que marca una luz al final del camino. Si están informados, están empoderados. Y si están empoderados, pueden reclamara sus derechos”, explicó Membreño.

Membreño ofreció cifras de cómo el tiempo de lectura, las visitas y las páginas vistas están en aumento. “La gente está tomándose el tiempo de leer lo que nosotros reportamos”, dijo. “Si algo nos ha enseñado esta crisis, es que debíamos salir de nuestra zona de confort, y que nos teníamos que mover súper rápido”.

La crisis no solo generó nuevos medios digitales, sino también propició la creación de un nuevo gremio. Marín explicó el nacimiento de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua primero con reuniones semi-clandestinas y que tiene como principales objetivos lograr la supervivencia de los periodistas y continuar informando desde adentro y afuera de Nicaragua.

“Resistir para informar es informar para resistir”, dijo Marín. “Es difícil en Nicaragua, pero también lo es en otro país”.

Entre las maneras de mejorar la seguridad de los periodistas ofrecen consejos que incluyen cambiar las rutinas o mejorar en destrezas de seguridad digital. También buscan vincularse con otras organizaciones del mundo, y encontrar alianzas para lograr presupuestos que permitan seguir resistiendo. Incluso reuniones para aprender a manejar las emociones, “aunque no lo logremos”, dijo Marín entre risas.

“Ha sido un año de tanta tensión, el solo hecho de poderlo hablar, compartir, con periodistas del mundo entero, emociona”, dijo Delgado al referirse al llanto en los oradores. “En Nicaragua no se puede expresar, hay mucha limitación”.

Al final del panel, y como iniciativa propia, los asistentes al Coloquio firmaron una declaración en la que no solo rechazan el ataque contra los medios y periodistas en Nicaragua, sino que exigieron la liberación de los colegas encarcelados.