“Arrasado” por la administración Ortega-Murillo, el periodismo nicaragüense apuesta por la resistencia, resiliencia y reinvención


Dagmar Thiel, Octavio Enríquez, Hans Lawerence Ramírez, Lucía Pineda y Jennifer Ortiz durante el panel del Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital.
Dagmar Thiel, Octavio Enríquez, Hans Lawerence Ramírez, Lucía Pineda y Jennifer Ortiz durante el panel del Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital. (Foto: Patricia Lim/ Centro Knight)

“Valiente”, “esperanzador”, “aguerrido” y “creativo”. Así describieron en una palabra cuatro periodistas nicaragüenses el periodismo que se hace en su país durante el panel “SOS Nicaragua: periodistas encarcelados, perseguidos y exiliados” que tuvo lugar este 3 de abril durante el 15º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital en la Universidad de Texas en Austin.

Lucía Pineda, Octavio Enríquez, Hans Lawrence Ramírez y Jennifer Ortiz hablaron con la moderadora del panel Dagmar Thiel, CEO de la ONG Fundamedios, sobre las condiciones en las que se hace periodismo, cómo logran superarlas desde terreno y en el exilio, e incluso cómo la comunidad internacional puede ayudar a superar estas barreras.

La situación del periodismo en Nicaragua empeoró en 2018 cuando tuvieron lugar las masivas protestas ciudadanas en contra de la administración de Daniel Ortega y que fueron reportadas por los diferentes medios. En represalia y desde entonces son comunes noticias sobre periodistas golpeados, acosados, perseguidos, encarcelados, forzados al exilio e incluso la confiscación de medios por parte de las autoridades. El año 2021, por ejemplo, fue catalogado como el año más violento contra la prensa desde 2018.

Los periodistas de Nicaragua, no obstante, no se rinden y así lo dejaron claro.

“No quiero que nos vean como derrotados porque no lo estamos. Seguimos haciendo periodismo y vamos a seguir”, aseguró Octavio Enríquez, periodista de investigación del medio Confidencial, un medio cuya sede ha sido allanada dos veces.   

Octavio Enríquez speaking at Nicaraguan journalists panel.
Dagmar Thiel y Octavio Enríquez. (Foto: Patricia Lim/ Centro Knight)

Enríquez explicó, sin embargo, que hacer este tipo de periodismo “es como hurgar en la oscuridad” especialmente si se tiene en cuenta que incluso hasta las fuentes sufren represalias si se atreven a hablar.

Explicó que es a través de tres leyes con las que se persigue a la prensa: la primera es una con la que se intenta castigar las llamadas noticias falsas – pero que está en las autoridades definir qué son noticias falsas. La segunda tiene que ver con el tipo de financiamiento que reciben medios y organizaciones, y que fue la ley usada para acusar a periodistas y representantes de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro. Finalmente, la tercera ley se relaciona con la soberanía. Con ella, una crítica al gobierno puede ser señalada como traición a la patria.

“Y no lo estoy diciendo de manera teórica. La mayoría de las más de 40 personas que fueron detenidas entre periodistas y siete precandidatos presidenciales […], fueron precisamente acusadas, y hace poco fueron condenadas por eso, por esos ‘delitos’ entre comillas”, dijo Enríquez. “Entonces, es un contexto completamente adverso, y la verdad es que nosotros lo que hemos intentado es asumir el compromiso [de seguir informando]”.

Lucía Pineda, directora del canal 100% Noticias, fue una de esas periodistas encarceladas por ejercer su profesión. “A nosotros [informar] nos ha costado nuestra libertad, la vida y también […] nos tiene en el exilio, a otros los tiene aún en la cárcel”.

La noche del 21 de diciembre de 2018 miembros de la Policía ingresaron al canal y arrestaron a Pineda, a Miguel Mora (entonces director y fundador del medio) y a Verónica Chávez, directora ejecutiva del medio, quien fue liberada horas más tarde. Según dijo Pineda fueron llevados a ‘El Chipote’ “una prisión de tortura” y posteriormente ella fue trasladada a otro centro penitenciario en donde estuvo aislada, incomunicada e incluso tuvo que dormir en el piso.

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La periodista nicaragüense Lucía Pineda hablar durante el panel. (Foto: Patricia Lim/ Centro Knight)

“Yo les quiero decir que literal, al periodismo de Nicaragua lo arrasaron. Fue arrasado. Era para que estuviéramos muertos toditos”, aseguró Pineda. “Arrasado en todo: sin canal de televisión, sin equipo, sin nuestra libertad de informar, obligados al exilio muchos”. 

Seis meses después salió de la cárcel “desesperada” por abrir 100% Noticias, esta vez a través de una plataforma completamente digital. La sede del canal fue confiscada ese mismo diciembre de 2018 y convertida posteriormente en un centro de rehabilitación que según Pineda “ni lo ocupan ellos”. Aseguró que han logrado seguir informando sobre Nicaragua de manera gratuita, pues a pesar de tener modelos de suscripción señala que la economía del país no está lo suficientemente buena para cobrar a su audiencia. A través de la donación de algunas personas y de subvenciones a las que han postulado han logrado obtener recursos. 

“Es triste lo que se vive, pero creo que hay esperanza porque estamos vivos, porque estamos libres aunque en el exilio y seguimos en resistencia. Y la mejor manera que nosotros tenemos para defender la libertad de prensa es ejerciendo nuestro trabajo como periodistas”, dijo Pineda.

Uno de esos medios que han seguido defendiendo la libertad de prensa a pesar de los obstáculos ha sido el periódico La Prensa. En sus más de 95 años de historia empezaron a ver primero el bloqueo de sus materias primas por parte de la Dirección General de Aduanas: según denunciaron el papel periódico y la tinta se mantenía retenida.

Ante este hecho, explicó Hans Lawrence Ramírez, periodista del diario, imprimieron dos portadas en la que intentaban explicar a su audiencia la gravedad del asunto. Una de ellas, por ejemplo, estaba completamente en blanco con un enunciado “¿Se ha imaginado vivir sin información?”.

A este bloqueo posteriormente se sumó el allanamiento ilegal de sus instalaciones por parte de la policía. Desde el viernes 13 de agosto de 2021 se encuentran bajo la custodia de la policía quienes no permiten el ingreso de personas ni siquiera para hacer el mantenimiento de máquinas o proteger la hemeroteca que contiene “casi un siglo de historia” del país. La confiscación de su sede significó también la pérdida de al menos 130 plazas de trabajo: entre periodistas, personal administrativo y técnico, según explicó. Asimismo, el único periódico impreso que quedaba en el país llegó a su fin.

Ramírez mismo ha sufrido en carne propia los peligros de ser periodista. En marzo de 2020 sufrió una brutal golpiza. Finalmente decidió salir en exilio para ponerse a sí mismo a salvo.

Por eso es que Ramírez está convencido que en el país se hace periodismo con las tres R: resistencia, resiliencia y reinvención constante. La Prensa por ejemplo “se ha ido reinventado y reinventando y se sigue haciendo en clandestinidad desde Nicaragua, desde el exilio principalmente, y totalmente digital”.

Para Jennifer Ortiz, quien también se vio obligada al exilio luego de ver cómo su familia estaba siendo expuesta a los peligros del periodismo, la crisis del país de alguna manera ayudó al medio que crearon ella y su esposo, Nicaragua Investiga.

“Había una sed de información enorme, la gente quería saber qué estaba sucediendo y la gente buscaba medios de comunicación”, explicó Ortiz. Sin embargo, aseguró que lo que más les ha ayudado es “la credibilidad que los medios independientes han construido a lo largo de muchos años”.

Ortiz dijo que contrario a la maquinaria que ha invertido la familia Ortega Murillo en medios haciendo que en la actualidad entre el 80 – 90% de los medios del país sean oficialistas – según sus cifras – los medios independientes han tenido que trabajar con recursos limitados, pero se mantienen gracias a esa credibilidad.

Y parece que les está dando éxito. Nicaragua Investiga cuenta ya con 160 mil seguidores en su canal de YouTube, 200 mil en Facebook y 50 mil en Twitter.

“El periodismo hoy es más necesario que nunca. Es más necesario porque necesitamos que el mundo sepa lo que está sucediendo en Nicaragua, esa maquinaria de desinformación masiva que tiene el gobierno de Daniel Ortega, que siempre está vendiendo una imagen completamente distinta de lo que realmente sucede en el país”, dijo Ortiz. “Realmente son dos Nicaraguas. La Nicaragua real que es la que ustedes están viendo aquí: exilio, confiscación, muerte, más de 328 víctimas de 2018, más de 170 presos políticos, más de 140 periodistas exiliados. Eso dice mucho y contrasta con lo que el gobierno de Daniel Ortega ha dicho”.

Los periodistas le hablaron también a la comunidad internacional sobre lo que podría hacer para ayudar. Desde la donación de equipos – muchos fueron confiscados o destruidos – hasta seguir reportando lo que sucede en el país. Asimismo, hicieron un llamado para continuar con la capacitación a medios y periodistas del país, pero especialmente hicieron un llamado para que las grandes plataformas tecnológicas ayuden a impulsar la información relacionada con el país y a analizar cualquier reclamación sobre el contenido de estos medios con otros ojos que incluyan el contexto de Nicaragua.

“Yo sé que hay muchas disposiciones que están en los parámetros tanto de YouTube, de Google, [pero] la situación de Nicaragua es otra, diferente a otros países. Yo creo que debe de haber un poco ahí de comprensión, porque hay reclamaciones que están fuera de toda lógica”, dijo Pineda.

Puede ver el video de la totalidad del 15º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital en español. La reunión anual, que se realiza tradicionalmente después del Simposio Internacional de Periodismo Online (ISOJ), es organizada por el Centro Knight para el Periodismo en las Américas.