Panel arroja luz sobre el asedio a la libertad de prensa tras 25 años de chavismo en Venezuela


En diciembre de este año se cumplen 25 años desde que Hugo Chávez fue elegido para su primer mandato presidencial en Venezuela, marcando el inicio de una era que derivó en autoritarismo, crisis humanitaria y erosión del Estado de Derecho. En este periodo, que sigue vigente con el régimen de Nicolás Maduro, los periodistas fueron censurados y perseguidosla gran mayoría de los periódicos cerraron sus puertas, los medios oficiales se volvieron hegemónicos y la rendición de cuentas por parte del gobierno prácticamente dejó de existir.

Un repaso de este períiodo, un diagnóstico de la situación actual y relatos de la valentía y supervivencia del periodismo independiente fueron el tema del panel “Venezuela: el periodismo después de 25 años de chavismo”, celebrado el domingo 16 de abril en el 16º Coloquio Iberoamericano de Periodismo Digital, en la Universidad de Texas en Austin, al día siguiente de la clausura del 24ºISOJ. El panel reunió a cuatro periodistas venezolanos que se mantienen activos en medio de un contexto represivo, cuyas experiencias arrojan luz sobre la interdependencia de la relación entre libertad de expresión y democracia.

Los cuatro panelistas son miembros de Alianza Rebelde Investiga (ARI), una coalición entre los medios venezolanos Runrun.esTalCualEl Pitazo para la producción conjunta de reportajes. Los ponentes fueron Luis Ernesto Blanco, director editorial de Runrun.es, y editor de El Nius; Ahiana Figueroa, coordinadora de economía y reportajes de investigación de TalCual; Javier Melero, cofundador y jefe de marketing de El Pitazo; y la periodista de investigación y coordinadora de ARI Ronna Rísquez, bajo la moderación de la editora de LatAm Journalism Review (LJR) Liliana Valenzuela.

‘Diseccionando el cadáver’

Blanco abrió el debate, en representación de Runrun.es, un medio nativo digital venezolano que existe desde 2010. “En esos 25 años, el régimen escogió a los medios de comunicación como rival y como parte de la polarización. En este recorrido, podemos hacer un diagnóstico y un balance de la disección de este cadáver”, dijo en la apertura de su intervención.

Blanco destacó tres obstáculos para el ejercicio del periodismo en la Venezuela actual: la falta de transparencia y de acceso a la información, que produce “escenarios que parecen de ciencia ficción” cuando se trata de obtener documentación pública; los impedimentos para la distribución de la comunicación por medios convencionales, como las señales de radiodifusión, un terreno considerado “devastado”; y, en tercer lugar, las dificultades para obtener financiación.

Sobre este último punto, denunció una asfixia, con exigencias gubernamentales que hacen inviable el trabajo, y una perspectiva de empeoramiento: “Cada vez se va restringiendo más. Lo último que está en el panorama es una ley de de acceso a la cooperación internacional que limita todavía más la posibilidad de acceder [hasta a fuentes de financiamento]”, dijo, en referencia a un proyecto de ley condenado por la ONU.

‘Ataques constantes contra los medios’

En representación de TalCual, un tradicional semanario de izquierda crítico del Gobierno que desde 2017 sólo existe en formato digital, Figueroa se propuso en su intervención hablar de “distintas acciones que ha ejecutado el chavismo en estas dos décadas contra los medios de comunicación”.

El primer punto en el que hizo hincapié fue la agresiva retórica de Chávez tras ascender al poder, lo que convirtió el trabajo en una actividad de riesgo. “En Venezuela, llegó un momento en que ningún periodista quería salir a la calle mostrando sus credenciales de prensa”, dijo Figueroa.

El segundo aspecto de la persecución que destacó Figueroa fue el acoso judicial. “El gobierno utilizó acciones administrativas, por ejemplo, hizo una constante fiscalización a través de las autoridades tributarias a todos los medios de comunicación, con el fin de buscarles cualquier detallito, cualquier documento que no lo tenga a la mano”, dijo. Si había, por ejemplo, un impuesto atrasado, esto significaba el cierre del medio por varios días.

El último punto que destacó Figueroa fue la monopolización del comercio de papel-periódico por parte del Estado venezolano a partir de 2013, lo que generó retrasos en la entrega de material y permitió al Gobierno negar el insumo a las publicaciones. “Muchos medios impresos, sobre todo del interior del país, cerraron puertas. Varios de ellos tuvieron que irse hacia lo digital, y otros cerraron definitivamente”, dijo.

Hegemonía de la comunicación

Rísquez, que además de coordinadora de ARI acaba de publicar un libro sobre el crimen organizado en Venezuela, hizo hincapié en el dominio que el Gobierno ha ejercido sobre la mayoría de los medios de comunicación.

“El gobierno comenzó a comprar y a tener todos los medios, a controlar todos los medios. A los medios tradicionales que eran impresos habitualmente los compró, cerró una cantidad impresionante de emisoras de radio”, dijo.

Esto ha provocado la proliferación de desiertos informativos, regiones donde ya no hay prensa independiente.

“De hecho, hay estados en Venezuela donde hablamos de que existe un desierto comunicacional. No hay emisión de radio, no hay periódicos, no hay ningún tipo de medio de comunicación. No hay ninguna manera en que los ciudadanos puedan acceder a la información”, afirmó.

Además de este factor, Rísquez citó la persecución judicial y la criminalización contra los periodistas, destacando la Ley contra el Odio, una normativa aprobada en 2017 que otorga grandes poderes al Estado para perseguir a los opositores políticos del Gobierno. También citó la ley que busca limitar las donaciones internacionales, lo que podría hacer inviable el trabajo de muchos medios de comunicación.

Por último, Rísquez estableció una comparación con la persecución de periodistas en Nicaragua, tema del anterior panel del coloquio:

“No son muchísimos los periodistas que han sido detenidos, pero sí hay periodistas que han sido detenidos en Venezuela. Hay periodistas que han pasado tiempo [en prisión], han tenido que también irse al exilio. Por ejemplo, el caso de de unos colegas de Armando.info que tuvieron que salir del país luego de publicar una investigación que ahora justamente se confirma”, dijo.

Desinterés por la política

La última intervención fue la de Melero, cofundador de El Pitazo, un sitio web fundado en 2014 para cubrir el interior del país que ha sufrido varios bloqueos desde 2018 y se encuentra bloqueado hasta ahora. Melero comenzó distinguiendo los cambios en las últimas dos décadas y media. “Obviamente durante 25 años de chavismo, las cosas que estamos haciendo ahora y con las que tenemos que luchar y enfrentar son ligeramente diferentes”, dijo.

Uno de los retos actuales, dijo, es el desinterés de la población por la política, producto de las dificultades del día a día, que terminan consumiendo mucha energía, y la desesperanza ante la posibilidad de un cambio.

“La política dejó de estar en las métricas de la web en los primeros lugares. De repente empezó a descender en los intereses de la audiencia, llegó un punto en que simplemente desapareció de la lista de los temas más vistos. Y de hecho, cada vez que publicamos algo por sentido del deber y por política editorial que tiene que ver con política, no se lee”, dijo Melero.

Esto ocurre en un año de elecciones primarias para la oposición, en vísperas de un año electoral. “Tenemos que pensar en estrategias editoriales para poder llegar a las personas”, dijo Melero.

Otro punto que destacó el periodista está relacionado con la asfixia financiera. El ambiente es tan amenazante que disuade a los anunciantes de pagar por exponer sus productos. “A las marcas y los anunciantes, les da miedo retratarse, pautar en los medios. Eso crea un panorama complicado respecto de la sustenbiblidad”, dijo al final de su presentación.

Disminución de la atención

La sesión de preguntas y respuestas fue breve, debido al número de ponentes. La pregunta, formulada por Valenzuela, fue si los panelistas consideraban que había un descenso del interés internacional por el país.

“Al pasar de tanto tiempo parece que ya se ha normalizado hasta cierto punto este grado de ataque, de asedio. No sé si ustedes han notado que hay menos interés por la situación en Venezuela, o menos apoyo”, dijo Valenzuela.

A este respecto, respondieron tres ponentes, y todos dijeron que sí, que hay menos atención sobre el país, aunque los problemas continúan. Rísquez respondió que “definitivamente notamos que hay menos apoyo, pero sigue habiendo censura, sigue habiendo persecución, sigue habiendo acoso”.

Blanco afirmó que “Venezuela no ha cambiado nada, seguimos trabajando en las mismas condiciones terribles que estábamos hace 15 o 10 años”.

Figueroa, de TalCual, concluyó: “Han bajado un poco los ataques frontales del gobierno de Maduro contra los medios, quizás por eso muchos pueden pensar que ha bajado el acoso hacia la prensa. Pero bueno, en cualquier momento pueden utilizar cualquiera excusa que ellos han creado para poder demandar a algún medio o a algún periodista en especial”.